La semana se pasó volando, las niñas estaban súper felices
porque al fin podrían jugar juntas
-Mamá vámonos- Gritaba Celeste jalando a Carla de la blusa
-Ya voy espérame- Carla apenas se estaba poniendo los
zapatos
Unos minutos después Carla y Celeste estaban llegando al
parque donde habían quedado con Roger y Sofía que ya las estaban esperando en
una banca.
-Hola Carla- Los ojos de Roger se iluminaron cuando la vio
-Vámonos a jugar ya Sofi
-Claro Celeste que ahí se queden nuestros papás
-Hola Rogelio que gusto verte- Ella tenía una sonrisa enorme
-Roger por favor ciento que se enojan conmigo cuando me
dicen Rogelio
-Jajaja muy bien Roger, mira las niñas se fueron y ni adiós
nos dijeron
-Exacto, ya les urgía jugar
-Sí y ¿no vino tu esposa?
-¡Ja! Ojalá viniera a ver a su hija aunque sea un rato
-¿Son divorciados o cómo?
-No, de hecho estamos casados pero bah ella se desaparece
siempre que puede, nunca está con nosotros
-Perdón creo que no debía preguntar por ella
-Es normal no hay problema ¿Y tu esposo?
-No tengo esposo
-¿Novio?
-Soy madre soltera
-Lo siento yo tampoco tenía que preguntar
-No te preocupes mi esposo me dejó cuando supo que estaba
embarazada, se fue sin decir nada y luego me llegó el divorcio y adiós a todo
-Qué clase de patán tenías como esposo
-Yo también me lo he preguntado muchas veces, pero no vale
la pena recordarlo, y tú ¿Por qué no te divorcias?
-Cecilia se niega a darme el divorcio
-Pero debería de poderse, por abandono de hogar
-Pues sí pero Sofía siempre está triste porque no ve a su
mamá, imagínate si me divorcio de ella
-Sí, es muy difícil para los niños
-¿Tu hija sabe de su papá?
-Nunca lo conoció, ni creo que lo haga le dije todo y ella
lo tomó muy bien
-Me encantas- Roger dijo sin pensar, perdido en los ojos de
Carla
No hay comentarios:
Publicar un comentario