La fiesta terminó, no sin antes
anunciar a Paulina como la novia de Roger, él la buscó, le pidió perdón y le
dio su lugar frente a su familia y amigos. Más que sentirse cómoda Paulina se
moría de la pena, se acaba de besar con Francisco y su conciencia no la dejaba
en paz, fingió un dolor de cabeza para subir a su cuarto y pensar en lo que
había hecho.
Pasaron varios días tanto a
Paulina como a Francisco el tema de su beso no se les iba de la cabeza.
-¿qué piensas?- Francisco se
acercó temeroso, ya no sabía cómo tratar a Paulina
-Paco, tenemos que hablar, sabes
que no podemos dejar esto así
-Pero vamos a otro lado, mi casa
no es el lugar para hablar de esto- Salieron y llegaron a un café que estaba
cerca de la casa
-Paco, no he podido sacarme ese
beso de mi mente, ni siquiera sé lo que siento
-Pau, yo tampoco ¿crees que no
significó nada para mí?
-¿qué sentiste?
-Pau me gustas, desde que te vi llamaste
mi atención, tu sonrisa, tu cabello, no sé muchas cosas y ese beso fue algo
hermoso
-¿En serio? Bueno gracias, creo,
es que sabes que yo no debí hacerle esto a tu hermano pero en parte fue tan
lindo
-¿Lindo, lo dices en serio?-
Sonrió enormemente
-Ay no sé qué hago diciéndote
esto, llevo mes y medio en tu casa y no quiero que tu mamá piense cosas malas
de mí
-Pau, vamos admite que siente
algo por mí- Entrelazaron sus dedos
-Cállate Paco, lo único que haces
es confundirme- Lo miró y le sonrió- Aunque la verdad es que sí, pero Roger no
se merece esto
-¿y lo que te hizo con Carla?
-¿qué se supone que hizo con
Carla?- Paulina estaba sorprendida
-Pues tú siempre sospechaste de
ella- Paco sabía que entre Carla y su hermano no había nada más que amistad
pero quería estar con Paulina, al costo que fuera
-Pero no es nada seguro y no
puedo justificarme con eso
Mientras tanto en casa de Roger,
él iba llegando, estaba ayudando a su papá con un proyecto desde hace ya un
buen tiempo.
-Hola mamá ¿no sabes dónde anda
paulina? Ya la anduve buscando por todos lados y no la encuentro
-Ella y tu hermano dejaron una
nota, fueron a tomar un café aquí cerca
-Ok genial, iré a buscarlos- Tomó
sus llaves y dudó- No sabes qué, mejor voy a ver a Carla
-¿Y eso?- Preguntó su mamá
sorprendida
-Estamos trabajando en un
proyecto- Tomó su cámara
-¿sobre qué?
-Haremos fotos juntos- Gritó
Roger ya cerrando la puerta
-¿Qué haces aquí Roger?
-Vine a hablar contigo, sobre las
fotos nada más
-Oh cierto, pasa- Roger entró y
se sentaron en el sillón
-Mira, traje mi cámara para que
veas las fotos que he tomado y también quiero que nos pongamos de acuerdo en el
día que tengas tiempo y esas cosas
-Claro, puedo dentro de dos
semanas, estoy completamente libre
-Excelente, sólo tengo que hablar
con Pau porque ya sabes
-Sí, yo tampoco quiero que siga
habiendo malos entendidos
-Bueno ¿vemos mi trabajo? Sólo
que no he podido pasarlas a la computadora y las tendremos que ver sólo en la
cámara
-No importa, yo encantada de ver
tus hermosas fotos
-Hey muchas gracias, eso sube el
ánimo- Comenzaron a ver las fotos, reían con las locas historias de Roger sobre
cada una de ellas, se la pasaban tan bien juntos que el tiempo se les fue
volando
-Oye esta foto está hermosa-
Carla volteó su cara hacia la de Roger y él hacia la de ella, sus ojos quedaron
perfectamente conectados y sus labios de nuevo estaban demasiado cerca
-Sí, es del día que nos
conocimos, la iglesia que estaba de fondo en tus fotos, sólo que en esta aun no
apareces- Su aliento chocaba con los labios de Carla, un portazo se escuchó, se
separaron de inmediato