lunes, 11 de marzo de 2013

Capítulo 2



-Como oíste, no creo que tenga algo malo que mi novio quiera tomar unas fotos, en las que tú solo sales como un pequeño adorno

-¿Adorno? ¡JA! Con más razón 

-Paulina por favor tranquilízate y Carla claro que no eres un adorno, eres el complemento perfecto para la fotografía.

-Digas lo que digas no quiero que tengas esas fotos y señorita no es porque sea presumida ¿Quién me segura que no las quieren para secuestrarme? 

-No lo haré, pero si quieres que me deshaga de tus fotos no te preocupes- Eliminó todas las fotos frente a Carla- ¿Contenta?

-Mucho, gracias, adiós- Se dio la vuelta y se desapareció entre los puestos del parque

-Vieja creída- Sentenció Paulina

-Bueno yo creo que tiene razón,  la seguridad no es de las mejores cosas del país- Explicó Roger

-Pero de todos modos Roger, la manera en que hablaba- Paulina no terminó sus palabras gracias a la interrupción de Roger

-Mira Pau, mejor ya vámonos a mi casa a ver a mi familia para que te olvides de todo esto

-Bien, como tú digas amor- En cuestión de minutos llegaron a casa de Roger

-¡Roger! ¿Qué haces aquí?- La sonrisa de la mamá de Roger era excesiva, no podía creer que tenía a su hijo de nuevo entre sus brazos

-Al fin pude volver a mi país y estoy muy feliz mamá 

-¿Por qué no me avisaste? Debimos hacer una fiesta para recibirte 

-No te preocupes, yo quería que fuera una sorpresa 

-Y ¿Quién es esta linda chica? 

-Mamá, ella es Paulina y es mi novia, nos conocimos en Canadá

-¿Habla inglés? 

-No señora, yo también soy de México, específicamente de Sonora pero Roger y yo nos conocimos en la universidad.

-Un gusto Paulina, pasen vamos a que se instalen- Entraron, Roger  fue a saludar a su hermana, hermano y  a su papá, todo era perfecto, estaba muy feliz.

Pasaron la noche, Roger en su habitación y Paulina en la habitación de visitas. A la mañana siguiente todos bajaron a desayunar, la familia estaba completa de nuevo.

-Oye Andrea ¿puedes ir a la tienda a traer crema?- Pidió la mamá de Roger

-No te preocupes hermana, yo voy- Roger se levantó de su silla

-Vamos amor- Dijo Paulina

-Paulina, me gustaría que te quedaras para que me ayudes a poner la mesa

-Oh claro señora, no se preocupe- Sonrió y se dirigió a la cocina

-Regreso familia- Roger salió y justo de  la casa de enfrente salía la chica de ojos bonitos

-Miren, mi acosador otra vez

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