martes, 10 de julio de 2012

Capítulo 5


El fin de semana se fue muy rápido, el lunes por la mañana Roger y Carla se encontraron en la entrada de la escuela de sus hijas.

-Hola Carla

-Hola Roger- Se dieron un beso en la mejilla

-Oye quiero pedirte un enorme favor- Mencionó un poco apenado Roger

-Claro pero ¿podemos ir por un café? Me muero de frío

-Excelente la mañana está helada- Roger sopló en sus manos y se fueron al auto para llegar a un Starbucks

 -Dos americanos por favor- Ordenó Roger

-¿Y cuál favor?- Cuestionó Carla intrigada

-Mira, ayer Sofía me preguntó por su mamá y como siempre tuve que mentirle diciendo que estaba en un viaje de trabajo y bueno decidí hablar con Cecilia le pedí que viniera a visitar a su hija y al parecer vendrá entre el miércoles y jueves

-¿Y quieres que le diga que soy tu amante para que te de el divorcio?- Interfirió Carla para bajar la tensión de Roger- Bueno no, es una bromita, tranquilo

-Ay Carla es que no sé cómo tranquilizarme te juro que no quiero verla, todo lo hago por mi hija

-Bueno y a todo esto ¿Qué tengo que ver yo y qué favor tengo que hacerte?

-Ah sí el favor, pues es que el miércoles yo salgo de la ciudad por trabajo y regreso el jueves pero en la tarde, quería pedirte que cuidaras a Sofía, no quiero que se quede sola y menos con Cecilia, tengo miedo de que se la lleve o algo así

-Ah perfecto, yo la cuido tú tranquilo mira me las llevo a la casa y 

-No- Roger interrumpió a Carla casi gritando el “no”- Mira no quiero que Cecilia llegue y no encuentre a su hija en la casa

-¿No dices que no le importa la niña?

-Pues sí, pero si la encuentra fuera se va a enojar mucho y me va a decir que yo soy el irresponsable

-Bueno y ¿cómo le hago?

-Te voy a dar las llaves de mi casa, te puedes quedar todo el día con tu hija y tomar la comida que necesites, todo

-¿Yo en tu casa todo el día? No puedo- Carla movía la cabeza de un lado a otro

-Por favor, tu hija no se quejará, será muy feliz al lado de Sofía todo un día, te ruego que me ayudes- Tomó entre sus manos las heladas manos de Carla y ella comenzó a temblar

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